miércoles, 14 de agosto de 2013

Efesios 4:26-27 ¿Es justo ante Dios enojarse?

26  Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27 ni deis lugar al diablo.

Comentario:
Parece haber incongruencias pero no las hay. Se son dice que nos enojemos (airaos) pero que no termine el día y sigamos enojados. Se nos explica que nos enojemos pero que no demos lugar al Diablo. ¿Qué es lo correcto? ¿Podemos enojarnos?
El enojo se produce debido a nuestro orgullo, y está motivado por cualquier oposición que encontremos en lo que deseamos hacer. Formulamos un plan, determinamos cómo llevarlo a cabo y confiamos en que todo se desarrollará como lo hemos planeado. Pero de pronto se produce la oposición, llega otro y nos formula su plan o forma de pensar. Nuestros intereses chocan con los de esa otra persona, despertando su oposición y su interferencia en nuestros planes.
En este breve comentario podemos decir que existen tres tipos de enojos principales, dentro del cúmulo de cosas que nos hacen enojar.
El primero es nuestro yo, el orgullo que todos tenemos. Un caso bíblico nos lo explica: 2° Reyes 5:10 “Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado”.
   El siguiente caso es el enojo por falta de amor: Mateo 26:7 Vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él (Jesús), estando sentado a la mesa. Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio? Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres”.
  El tercer caso es el de los celos creados por la envidia. Lucas 15:27 “Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos(Parábola del Hijo Pródigo).
Todos sabemos que Jesús en varias circunstancias se enojó con celo santo siendo el Hijo de Dios. Santiago nos dice: "Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, lento para hablar y lento para la ira; pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios." (Santiago. 1:19-20).
Enojarse por largo período es dar lugar al Diablo, pero enojarse sanamente es saludable mientras no terminemos el día enojados. Nuestra relación con Dios determina qué tanto nos enojemos con los demás, un tema para pensar!
Rubén Pelegrina



Efesios 4:25  La mentira

25  Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.

Comentario:

La Biblia habla mucho de la mentira y uno de los pasajes es el que Pablo les enseña a los Efesios aquí a no mentir.
Una fábula que grafica muy bien lo que es la mentira y lo que nos trae aparejado dice que una anciana que estaba a punto de perder la vista ofreció a un médico una jugosa recompensa a cambio de un tratamiento que le mejore la vista.
El médico, quien además de médico era un ladrón y mentiroso consumado, solamente se limitaba a untar aceite en los ojos de la anciana y mientras ésta tenía los ojos cerrados, aprovechaba para llevarse una a una las cosas de valor que la anciana tenía en su casa.
Cuando ya no quedaban más cosas que llevarse, el médico dijo a la anciana que el tratamiento había terminado y reclamó la recompensa acordada. Pero la anciana rehusó realizar el pago, por lo cual el médico le llevó a los tribunales de justicia.
En su defensa, la anciana decía a los magistrados: En verdad prometí pagar esa recompensa, pero siempre y cuando me mejore la vista. Pues sucede que antes del tratamiento, al menos veía borrosamente las cosas de mi casa, en cambio ahora, ¡no las veo en absoluto! La mentira es como un bumerang, siempre halla la forma de regresar para golpear al mentiroso.
En Colosenses 3:9 se nos prohíbe mentir: "No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos".
En Proverbios 6:16-19 se nos enseña que Dios odia la mentira y que la abomina (Proverbios 12:22).
La mentira afecta la comunión con Dios. Isaías 59:2-3 dice: "Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios… vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua."
En Juan 8:44 se nos dice que podemos tener un padre de mentira: "Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira."
En Hechos 5:3 se nos dice que Satanás llena el corazón de los mentirosos.
El Salmo 40:4 nos alienta a no desviar el pensamiento tras la mentira: "Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira."
Es tan sencillo deslizarse por el barranco de la mentira, que la Biblia nos aconseja a los creyentes a orar a Dios pidiendo no caer en la mentira. Salmo 119:29 dice: "Aparata de mí el camino de la mentira, y en tu misericordia concédeme tu ley."
Podemos empezar hoy mismo en el pensamiento, a no mentir.


Rubén Pelegrina

viernes, 26 de julio de 2013

Efesios 4:22-24   Despojarse, vestirse y renovarse

22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
23  y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24  y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Comentario:

El significado de despojarse es quitar algo o todo voluntariamente; puede ser la ropa, o desposeerse voluntariamente de una cosa. Unos sinónimos que nos aclaran la idea pueden ser renunciar, prescindir, privarse, desprenderse.
Lo que Pablo enseña a los creyentes de Éfeso es sobre  la necesidad de un cambio radical y continuo en sus vidas. Su anterior vida tenía que terminar porque ahora pertenecían a Cristo y él quiere transformarlos todos los días.  Hay un conflicto para el creyente entre la antigua manera de vivir y la nueva vida que tiene en Cristo, por eso Pablo sugiere tres cosas para hacer. Veamos la primera: despojarse de la vieja forma de vida.
El despojarse comienza cuando se rinde la vida a Cristo con la conversión, pero esto debe continuar diariamente. Aunque el convertido, sea ahora una nueva criatura,  siempre tendrá esa lucha con el pecado hasta el día que tenga que morir, por eso la lucha debe ser constante. Esto significa que debemos rechazar la pasada manera de vivir y quitarla de la vida cristiana. Despojarse sugiere la acción de desprenderse de algo, arrancarlo, alejarlo, poner fuera de uno, quitarlo. Debe ser como el rechazo a la basura, quitarla y alejarla de uno, porque el viejo hombre está corrupto, destruido y arruinado, y va camino a su ruina porque sigue sus deseos engañosos. “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne”. Gálatas 5:16.
Lo segundo por hacer es “renovar el pensamiento”. Si antes venían imágenes malas, deseos pervertidos u otro tipo de cosa, ahora hay que poner cosas nuevas como dice Pablo en Filipenses 4:8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.
Y la tercera acción es vestirse en justicia y santidad. El nuevo hombre es obra de Dios, verdaderamente justo y santo, es el resultado de la obra creadora de Dios y no de uno mismo. Cuando antes andaba en la rebeldía y la corrupción, ahora camina en la justicia y la santidad.
Gracias al Espíritu Santo el creyente tiene la capacidad de adoptar un nuevo estilo de vida, dominado y en obediencia.

Rubén Pelegrina

domingo, 21 de julio de 2013

Efesios 4: 14-16 ¿Qué es un niño fluctuante?

 V.14  Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
V.15  sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
V.16  de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Comentario:
En este pasaje Pablo nos advierte contra la inmadurez, que ya no seamos niños en primer lugar.
Los creyentes están llamados a crecer en su vida espiritual, no pueden permanecer siendo niños toda su vida, niños que “no quieren” madurar. Estos niños espirituales se caracterizan por ser fluctuantes (esto viene de un término usado en el mar, que significa ser sacudido por las olas), por eso los creyentes inmaduros son inestables, son como un barco sin timón en medio de un mar tormentoso y son llevados por doquiera de todo viento de doctrina, cambian fácilmente de parecer y son presa fácil de enseñanzas engañosas. Que oscilan frente al viento, que en este caso se usa metafóricamente; “viento de doctrina…por estratagema” ó, trampa, astucia, ardid, engaño (v.14).
La única manera de poder descubrir el error es el conocer la verdad, a un empleado bancario no le enseñan a descubrir los billetes falsos, eso sería mucho trabajo, se le enseñan las características del verdadero billete. Todo el que es verdaderamente hijo de Dios, es parte de la iglesia, ama a Jesús, ama su verdad y aborrece el error y detesta la negación de la verdad.  El creyente debe conocer la verdad para descubrir el engaño, no debe ser fluctuante ni en doctrina, testimonio, principios, práctica y convicciones, ni siquiera conviviendo con grupos sectarios equivocados él debe cambiar su forma de pensar. En una parte de mi vida fui a vivir a otro país y pasé por varios grupos cristianos hasta descubrir el verdadero. Se podía oler en el ambiente cuando había principios o doctrinas mal interpretadas. Eso solo se descubre cuando se conoce la verdad. Por tal motivo Pablo nos insta a madurar, a equiparnos y dejar de volar con las olas, a crecer en Cristo, en la cabeza.
Debemos ser inteligentes para no vacilar, oscilar, dudar ni claudicar entre dos pensamientos, opiniones, bandos, creencias y doctrinas (“Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra. 1ºReyes 18:21). Baal era mayormente un dios del clima y por lo tanto responsable por la cosecha, pero Dios era el verdadero que les otorgaba todo.
Hoy muchos no se dan cuenta que van tras un dios de la prosperidad o de la sanidad o de los milagros en vez de ir tras el Dios de la verdad. Debemos aprender a descubrir por la verdad las enseñanzas de la verdad o la mentira.
Rubén Pelegrina



Efesios 4: 17-21 La nueva vida en Cristo

17  Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
18  teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
19  los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
20  Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
21  si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.

¿Por qué es “nueva” esta vida a la que se refiere Pablo? ¿A qué se refiere cuando dice “en Cristo”? Cuando una persona decide entregar su vida a Cristo, se provoca una “conversión” y comienza a vivir una nueva vida, de la que le habló Jesús a Nicodemo en cierta ocasión (Juan 3:3-7). Esta vida se halla fundada en Cristo y debería recibir toda Su información y seguir en todos sus mandamientos, de quién se puede aprender constantemente: “mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo” v.20.
Esta vida lleva implícita un énfasis que es la responsabilidad humana de abandonar el pecado que ennegrece el entendimiento y hace extraños a Dios a los que lo practican en ignorancia o bajo la dureza del corazón (v 18). Esto se practica generalmente en rebeldía hacia Dios y no en insensibilidad emocional. Cuando nacemos y vamos creciendo comenzamos a tener una sensibilidad hacia lo malo y a medida que lo practicamos, el pecado comienza a hacerse insensible a la mente y esto provoca una dureza en el corazón. A esto se refiere el apóstol cuando dice que no andemos como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón. Es una nueva vida la que hay que practicar con una nueva mente. Debemos cambiar el sentido de los pensamientos para dar lugar al fluir del Espíritu Santo de Dios guiándonos en todo momento.
La frase “vanidad de su mente” es un vacío, falta de propósito, lo que se traduce en un  entendimiento oscurecido, alienación de la vida de Dios, ignorancia de los caminos divinos, corazones endurecidos y pérdida de sensibilidad.
Pablo hace hincapié sobre un “estilo de vida completamente cambiado”. Indica que éste debe ser radicalmente diferente de aquel de los no convertidos a Cristo. Por eso termina este párrafo diciendo que si en verdad hemos oído, y sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús debemos continuar aprendiendo de Él.
En resumen, conocer a Cristo es ser un discípulo atento para oír sus enseñanzas y estar anhelante para seguir sus instrucciones, y no vivir como los gentiles o los que no son creyentes.

Rubén Pelegrina

jueves, 6 de junio de 2013

Efesios 4:11-13 ¿Está en acción el don de Apóstol?

V.11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
V.12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
V.13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo

Comentario:
La madurez es necesaria para todo en la vida y el pasaje nos induce a observar que Dios nos está estimulando para tener una cimentación fuerte hasta que seamos maduros como Cristo y compartamos su perfección.
Pablo reinicia la explicación de los dones espirituales y menciona que Cristo es quien provee a su iglesia del liderazgo necesario y específico para poder desarrollarnos según la voluntad de Dios. Todo es obra de Dios en Cristo Jesús.
El énfasis (“constituyó”, dio) está en la elección y autoridad soberana con las que Cristo llama para el cumplimiento perfecto de la voluntad de Dios.
Nadie tiene mérito alguno para asumir una posición de liderazgo en la iglesia a no ser que tenga el don necesario que Dios le haya asignado para cumplir ese ministerio.
El “perfeccionar” de Dios a los creyentes, nos habla de equiparlos para cargos dentro de su iglesia: apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros.
La traducción del término griego 'perfección' en el verso12 significa ‘reparar' el daño encontrado en creyentes nuevos (causado por el pecado); ‘preparar' y ‘equipar' a los creyentes para hacer obras de servicio en la Iglesia.
Es muy interesante aquí hacer énfasis en los Apóstoles.
Hay Tres Grupos. El Nuevo Testamento especifica tres grupos de Apóstoles.
1) "Doce apóstoles “del Cordero” como los llama Apocalipsis 21:14" (Ver Mt 10:1-5), tienen una relación especial con la nación de Israel (Apoc. 21:12). En el reino por venir, ellos se sentarán en doce tronos para juzgar a Israel (Mt 19:28).
2) "Apóstoles de la Ascensión" tienen una relación especial con la Iglesia gentil luego que Jesús se fue de la tierra. Aquellos mencionados en el Nuevo Testamento son Pablo y Bernabé (Hechos 14:14), Andrónico y Junias (Ro 16:7), Jacobo el hermano de Jesús (Ga 1:19), Silvano y Timoteo (1° Tes 1:1, 2:6); y otros (1° Co 9:5; 2° Co 8:23).
3) "Falsos Apóstoles" son aquellos que hacen alarde público de ser apóstoles (2° Cor 11:13). "...y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos" (Apoc 2:2). Una señal de un falso apóstol puede ser ese requerimiento jactancioso de ser un apóstol. Un verdadero apóstol no se interesa en ser reconocido como tal, sino que sirve humildemente como si fuera un esclavo (del griego=doulos) de Jesús (Ro 1:1; 1 Co 1:1). Por lo que pienso está claro y cada uno debe sacar las conclusiones, ya que he tratado de ser lo más bíblico posible.
Rubén Pelegrina
 

jueves, 16 de mayo de 2013


Efesios 4:4 – 7 Discrepancias

4  un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;
5  un Señor, una fe, un bautismo,
6  un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
7  Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.

Comentario:
Una discrepancia es un desacuerdo o desunión personal en opiniones o conducta. Encontramos a menudo gente que vive en una total discrepancia de vida, diferencia que se percibe al comparar dos cosas, dos estilos de vida o conducta, dos formas de actuar, por ejemplo una en la casa y otra en el trabajo o en la iglesia o en el medio público donde se encuentre. Eso tiene si se quiere un allegado sinónimo de vida a la hipocresía.
Por ejemplo en este pasaje encontramos las bases de una unidad. Si decimos que tenemos un Señor y una fe, debemos honrar a ese Señor y practicar esa fe. Ya sé que el texto hace énfasis en que todos tenemos al mismo Señor y al mismo Espíritu, pero de igual manera si tenemos un Señor en la casa no podemos tener otro señor en el trabajo o en la escuela y vida pública. Me encanta decirle a la gente que me esmero en ser transparente en la vida, lo que no quiere decir que a veces pueda fallar. Hoy hablando con el dueño de un negocio, el tema fue la honestidad. Si decimos ser honestos como lo fue Jesús a quien honramos, debemos proceder con honestidad en todo. El día anterior me había dejado en la mesa del comerciante una moneda que sirve para pagar el transporte público en mi ciudad y en ese momento el amigo comerciante me lo estaba entregando. Al que yo contesté con sorpresa, diciéndole que hoy es muy difícil encontrar gente honesta.
Dios nos está enseñando en el pasaje que ningún cerebro puede controlar un cuerpo que está desintegrado en fragmentos. Si no hay una unidad coordinada en el cuerpo, los designios de la cabeza se frustran. Dios se siente mal si su cabeza indica una cosa y el cuerpo coordina otra. ¿No es verdad que muy poco se actúa en obediencia a la cabeza? Si tenemos un Señor y una fe, todos debemos responder a los mandatos de dicho Señor y corresponder a la misma fe que todos profesamos, pero las desavenencias en el cuerpo nos hacen actuar con discrepancias. La unidad de la Iglesia es esencial para la obra de Cristo. La unidad no aparece por sí sola, hay que trabajar para lograrla. Muchas veces las diferencias que existen entre las personas, pueden conducir a la división.
En lugar de concentrarnos en lo que nos divide, debiéramos recordar qué nos une: ¡un cuerpo, un Espíritu, una misma esperanza, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios! ¿Sabes apreciar a las personas diferentes a ti? ¿Eres capaz de ver cómo los dones y puntos de vista distintos pueden contribuir a que la iglesia cumpla con la obra de Dios? Aprende a disfrutar cómo los miembros del cuerpo de Cristo nos complementamos unos a otros y vive la vida sin discrepancias personales.
Rubén Pelegrina



lunes, 1 de abril de 2013


Efesios 3:17-21  Cómo ser transformado de una manera de vivir a otra.

17 “Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
18  seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
19  y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
20  Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
21  a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

Comentario:

17 “Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones”. Cristo puede habitar únicamente en un corazón arrepentido, que le da lugar a entrar y que de su propia voluntad le abre la puerta, de la misma manera que a nuestra casa puede entrar alguien que le abrimos la puerta. El dueño de la casa tiene la autoridad de abrir. Cristo no fuerza a nadie a salvarse, solo motiva, enseña y se muestra a sí mismo mediante su Palabra y no puede entrar en un corazón sin apertura, sin el arrepentimiento, o de alguien que solo repite una fórmula para salvación al final de un culto. Si no existe verdadero arrepentimiento no hay salvación. Miles de pastores y predicadores están engañando a la gente con una fórmula que repiten al final de un sermón. La oración del pecador debe ser motivada por el arrepentimiento y por la Palabra de Dios como lo hizo el eunuco en el carro cuando Felipe le preguntó si entendía lo que leía y le explicó (Hechos 8: 30-38). El eunuco no solo se convirtió, sino que se bautizó a pocos minutos de haber sido salvado.
Yo sí acostumbro orar al final para que las personas sean impulsadas por el Espíritu Santo a un arrepentimiento, pero no doy fórmula ya que con el tiempo me di cuenta que muchos de los que repetían la oración salían engañados y a los pocos días no querían volver más a la iglesia por diferentes motivos y menos querían bautizarse. Nosotros somos “medios” que Dios usa para salvación, pero no somos el Espíritu Santo y muchas veces hacemos mal las cosas. No debemos preocuparnos porque la persona entienda el amor de Dios porque el amor de Dios es total, dice Pablo. Llega hasta los últimos rincones de nuestra experiencia. La anchura del amor de Dios continúa a través de toda nuestra vida y llega a todo el mundo. La longitud del amor de Dios nos sigue a través de nuestras vidas. La profundidad del amor de Dios llega a lo más profundo del desaliento y de la tristeza, la desesperación y aun la muerte. La altura del amor de Dios se eleva a la cumbre de nuestro homenaje y alegría.
Tú, que eres un cristiano de años, cuando te sientas excluido o aislado, recuerda que nada te apartará del amor de Dios.
Pablo oró para que Cristo entrara a través de la puerta abierta de la fe y el arrepentimiento, que habitara en los corazones, e imprimiera su naturaleza sobre las mentes, voluntades y emociones de aquellos creyentes. Cuando Cristo entra en una vida, la llena con su vida y las personas son transformadas.

Rubén Pelegrina


martes, 26 de marzo de 2013


Efesios 3: 13-16   Facetas del sufrimiento

13  por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria.
14  Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
15  de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,
16  para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;

Comentario:

El apóstol Pablo, les ruega a los efesios que no se desanimen por los sufrimientos y tribulaciones que sufre por ellos, y agrega que al contrario, sus sufrimientos deben ser un honor para ellos, porque son la prueba de su apostolado. Les da una palabra de consuelo para los que recibieron esta carta. Los alienta con un ruego.
Muchas veces nos desanimamos cuando vemos que alguien sufre por nosotros y más si estos sufrimientos son para nuestro honor. Nuestros padres que sufren por nosotros, los hermanos, en algunos casos podemos ver el sufrimiento de un esposo viejo por su amada esposa enferma y diferentes contrastes nos llevan a pensar que el sufrimiento se cierne alrededor del mundo en los hogares como “una plaga” que en realidad no lo es sino todo lo contrario. El sufrimiento ha servido para que crezcamos, para que aprendamos a conocernos, para domar nuestro temperamento y acariciar la humildad. El sufrimiento es el maestro que nos enseña una gran lección llamada vida.
¿Por qué las tribulaciones de Pablo hacen que los efesios se sientan honrados, cuando dice: "las cuales son vuestra gloria" (sus tribulaciones)? Si Pablo no hubiera predicado el evangelio, no estaría en la cárcel, por lo tanto, los efesios no habrían oído las buenas nuevas ni tampoco se hubieran convertido.  
Pablo está acabando este capítulo con una oración para que sus amigos no se desanimen por el hecho de que él esté preso. Podrían creer que la predicación del Evangelio a los gentiles se encontraría con grandes dificultades porque su sobresaliente apóstol estaba en la cárcel, pero no, Pablo les recuerda que las aflicciones por las que está pasando son para el bien de ellos. Pablo avizoraba el futuro, en cambio ellos no, él veía un gran grupo de gente convertida y ellos no.
Debemos sentirnos honrados de que otros sufrieran y se sacrificaran antes por nosotros para que recibiéramos tamaña bendición, quizás hoy tú sufres para la bendición de otros en el futuro, no lo sabemos!

Rubén Pelegrina

viernes, 22 de marzo de 2013


Efesios 3: 10-12   Testificando a los ángeles

10  para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,
11  conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor,
12  en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él

Comentario:

No sé si te habrás detenido a pensar que la iglesia (Universal) de Cristo, de la cual yo formo parte, está en el mundo para que todas las autoridades y poderes en los cielos conozcan la sabiduría de Dios en todas sus formas. Para esto fue constituida, no sólo para ser receptora del evangelio y todos sus beneficios, sino para ser transmisora de los mismos. Cuando caminamos estamos transmitiendo el mensaje, cuando hablamos, cuando oramos, cuando testificamos, cuando nos congregamos lo estamos haciendo. Lo secreto de cada persona se hace público a los principados y potestades de los cielos. Este hecho nos da suficiente razón de pensar en cómo estamos viviendo y además en la distinción de la iglesia en el mundo espiritual, y por supuesto con Cristo como cabeza, en el presente y hasta que él venga.
Para los comienzos de la iglesia, éste era un acto aislado del conocimiento de ellos, pero para nosotros hoy ese misterio ha desaparecido, aunque muchos viven sin darse cuenta del tremendo testimonio que somos ante los ángeles que están constantemente fijando su mirada en el comportamiento de la iglesia. Es increíble pensar que ella pueda pasar desapercibida cuando se ciernen problemas internos, discusiones y hasta peleas en su medio. Y esto es parte del plan eterno de Dios que nos dejó para testimonio universal.
Esto se debe entender muy bien, porque puede ser motivo de mala interpretación. El testimonio se dirige a los distintos órdenes de ángeles buenos primeramente, los cuales moran “en los lugares celestiales” más elevados, como se dice de Jesús en 1°Timoteo 3:16  “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, “visto de los ángeles”, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria. Y en 1°Pedro 1:12  “A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles. En segundo lugar, la sabiduría de Dios en la redención es notificada a los ángeles malos, quienes viven “en los lugares celestiales” más bajos, por ejemplo, el aire.
El papel céntrico y exclusivo entonces de la iglesia se descubre en esta declaración a la cual debemos prestar mucha atención.
Rubén Pelegrina

martes, 19 de marzo de 2013

Efesios 3:6-9  Menos que el más pequeño 

6  que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,
7  del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.
8  A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,
9  y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas.

Comentario:

Vs 6-7 Ya tocamos este interesante tema de discriminación antes cuando dijimos que los judíos se sentían cerca de Dios porque tenían conocimiento previo acerca de El mediante las Sagradas Escrituras y lo adoraban en sus ceremonias religiosas, pero los gentiles se sentían lejos ya que conocían poco o nada acerca de Dios entonces comenzaron a tener un sentimiento de forasteros religiosos. Pablo les escribe para quitar este pensamiento de exclusión de sus mentes.
V.8 Pero ahora no podemos permanecer indiferentes ante el héroe de la humildad y quien escribe esta carta. De muchos se puede hablar por su grandeza pero de pocos por su pequeñez. El hombre se siente bien cuando es reconocido, pero Pablo se siente bien siendo pequeño en sus sentimientos y esto es lo que Dios exalta. Hoy necesitamos gente que no quiera ser reconocida, que no ande buscando ser valorada. Desde un tiempo atrás vengo meditando en este tema un poco olvidado para muchos porque no nos conviene.
Pablo se inventa una palabra, un título para colocar sobre su frente y hace un comparativo y dice de sí mismo: “yo, menor que el más pequeño de entre los santos” (3:8), diciendo que todos son más santos y más dignos que él.
Éste es un hombre digno de ser analizado y tenido en cuenta, que dice de sí mismo haber sido golpeado tres veces con palos; una vez casi muerto a pedradas; que estuvo tres veces en naufragios; una vez tuvo que pasar todo un día y una noche perdido en medio del mar, viajando de aquí para allá continuamente; estando en peligro en los ríos, en peligro de ladrones, en peligro por causa de sus compatriotas y de los que no eran judíos. También haber estado en peligro en las ciudades, en los desiertos y en los mares, en peligro por causa de falsos hermanos. Haber hecho trabajos duros y fatigantes; pasado muchas noches sin dormir; muchas veces sufrido hambre y sed, y tenido que soportar el frío sin tener con qué cubrirse. Tenido muchos otros problemas y, sobre todo la preocupación diaria por todas las iglesias. Que cuando alguien se debilita, él se sentía débil y cuando alguien hacía pecar a otra persona, se molestaba mucho. Para finalizar diciendo que si tenía que enorgullecerse de algo, era de las cosas que mostraran su debilidad. (2°Corintios 11: 25-30)  A éste hombre, el más pequeño de todos los santos, según él, le fue dada la gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo. ¡Ohhh, que todos podamos tener una idea propia igual que Pablo!

Rubén Pelegrina 

lunes, 18 de marzo de 2013


Efesios 3: 3-5 El misterio revelado, ¿qué es un misterio?

3 que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente,
4 leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo,
5 misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu:

El misterio al que Pablo se refiere es el de la admisión o acogimiento de los gentiles a los privilegios del evangelio, que muchos pensaban era solo para los judíos.
Un misterio es algo que despierta la curiosidad en muchas personas. Para nosotros los cristianos, un misterio es aquello inaccesible a la razón y que, por lo tanto, debe ser objeto de fe.
Un misterio es aquello que no se puede explicar, comprender o descubrir. Se trata de algo reservado, secreto o recóndito. Las personas tienen tendencia a interesarse en los misterios como algo inaccesible ya que, en caso de ser revelado, perdería su atractivo.
Esto quiere decir que, cuando un misterio es explicado, pierde su condición de misterioso. Por ejemplo: la policía encuentra tres cadáveres mutilados y no tiene pistas sobre el responsable. La gente considera que el caso es un misterio y elabora todo tipo de teorías (el criminal puede ser un psicópata, un animal salvaje, un hombre lobo o un extraterrestre según ellos), hasta que un investigador descubre al asesino. El caso, por lo tanto, deja de ser un misterio.
Los misterios, como en el ejemplo mencionado, suelen generar distintas teorías, muchas veces alejadas de lo real.
Misterio también es un algo dramático que desarrollan algunos hombres en sus enseñanzas sobre los ángeles, demonios y el propio Dios. Pero Pablo aquí es claro y contundente, éste es un misterio revelado que ellos no podían entender por falta de visión.
Cuando un misterio consigue ser comprendido, entonces pierde su carácter de oculto y deja por ende de poder considerarse misterioso. Es lo que aconteció aquí en la carta de Efesios
V.4 El término “leyendo” da a entender que, por profundos que sean los misterios de esta Epístola, se pueden llegar a entenderlos al leer la misma (2° Tim.3:15-16). Cuando entiendan el conocimiento que tiene Pablo de estos misterios, ellos también estarán capacitados para entenderlos.
El “misterio” es Cristo mismo, antes escondido, mas ahora revelado (Col 1:27). Para todos nosotros esto es hermoso, saber que tenemos un Dios misterioso revelado (v.5), pero lleno de misterios que nos están ocultos hasta el día en que Él lo decida. No nos preocupemos por ellos, solo en descubrir cada día más a Dios en nuestra vida.

Rubén Pelegrina
 

martes, 12 de marzo de 2013

Efesios 3:1-2 Cuando Dios tiene el control

v.1 Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; 
v. 2 si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; 

Comentario:

Lo que Pablo quiere decir en este párrafo un poco difícil de entender, es que él, un judío, es ahora un prisionero de Jesucristo, porque así se siente él, para bien de todos los efesios que no eran judíos. Argumentando que ya con seguridad ellos habrían oído del trabajo que Dios le había entregado para ayudarles a ellos.
Me tocó vivir en el extranjero siete años y hay veces que uno prefiere si se trata de ayudar, hacerlo con los coterráneos más que con los de otro país. Pablo estaba preso por ayudar a los extranjeros.
Es aleccionador para nosotros cuando alguien se interpone en nuestro camino para ayudarnos y más si es un extranjero, parece algo insólito y esa es la tarea a la cual Dios nos ha llamado.
No hace mucho tiempo mi vida estaba sumida en una descompensación emocional a causa de problemas familiares y se presentó un hermano en Cristo que me motivó a mirar adelante e hizo un trabajo en mí, que yo solo no hubiera podido realizar. Él es un ex militar retirado y trabaja al servicio de Dios de tiempo completo. Con ese ímpetu que tiene un militar, me animó a no retroceder y me animó diciendo que si yo tuviera que salir del país donde me encontraba con una simple maleta, lo hiciera.
Vivimos a veces circunstancias que nos permiten creer o pensar que Dios ha perdido el control sobre nuestra vida y no es así, Dios puede usar cuervos, personas de otro sexo o nacionalidad y ayudarnos cuando a nosotros nos parece todo perdido.
Pablo se hallaba bajo arresto domiciliario en Roma, otro lugar que no era el suyo, por haber predicado acerca de Cristo. Los líderes religiosos de Jerusalén presionaban a los romanos para que arrestaran a Pablo y lo enjuiciaran por traición y por originar una rebelión entre los judíos, cosa que era mentira. Pablo pidió para que su caso lo considerara el Emperador y ahora estaba en espera del juicio (Hechos 28: 16-31). A pesar de que se hallaba bajo arresto, Pablo se conservaba firme creyendo que Dios tenía el control de todo lo que le sucediera. ¿Permites tú que las circunstancias te convenzan de que Dios ha perdido el control de este mundo o de tu vida? Como Pablo, recuerda que no importa lo que suceda, Dios tiene el control de todos los acontecimientos en el mundo, y aunque nos hallemos en las más difíciles circunstancias, Dios tiene el control y al mundo en sus manos. Nada debe desanimar a un hijo de Dios y aunque vengan mil en nuestra contra, Dios sigue teniendo el control. Aunque estemos bajo arresto o nos sintamos prisioneros de circunstancias difíciles, Dios sigue teniendo el control.

Rubén Pelegrina

lunes, 25 de febrero de 2013


Efesios 2:17-18    Los de lejos y los de cerca 

17 “Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;
18  porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre”.

Comentario:

El Apóstol Pablo nos hace ver que nosotros éramos considerados “alejados de Dios” o que estábamos lejos de sus preferencias.
Todos los que somos padres podemos entender esta frase del versículo: “Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos” ¿Por qué podemos entenderlo mejor que otros? Porque el ser padres nos permite mirar más allá que otros que no lo son, y mirando a nuestros hijos con ojos sin divisiones, los que están lejos son iguales que los que están cerca. Como padre, Dios se ha preocupado por traer cerca a los pródigos, en este caso mediante la reconciliación que Cristo trae entre creyentes judíos (los de cerca) y creyentes gentiles (los de lejos), y entre la nueva humanidad así creada y Dios.
Es hermoso y ejemplar para nosotros, considerar el corazón de Dios que trata de atraer hacia sí a todos sin distinción. Un corazón acogedor que se dispone a dar a todos por igual, los de cerca y los de lejos, y pensar en que por ser Dios pudiera tener más preferencias por unos que por otros sería peligroso. Si algún ejemplo podemos tomar como hombres de este pasaje es el aprender a ser padres que se entregan por completo a sus hijos, y no que nos demos pero debido a las circunstancias podamos volvernos egoístas en determinados momentos y abiertos en otros.

El v. 18 rescata este concepto, expresándolo en una metáfora tomada de las leyes del templo. En el Antiguo Testamento, sólo el sumo sacerdote, como representante de Israel, tenía acceso inmediato a Dios en el sentido de que era el único que podía entrar al lugar santísimo, y eso solamente en el día de la Expiación. Israel estaba a cierta distancia, y los gentiles un poco más lejos. Pero a través de la muerte y resurrección de Cristo ambos tienen ahora acceso inmediato a Dios por medio del don del Espíritu Santo, que trae la presencia consciente de Dios a cada persona. El secreto máximo de Dios para lograr esto fue “la muerte”. Dios hecho hombre, vive y muere en sí mismo para hacer cercanos a todos. El secreto fue morir y dar su vida.
Si el egoísmo que como padres terrenales podemos tener en determinados momentos de nuestra vida sigue tutelando y manejando nuestra vida, no hemos aprendido nada de Dios. El secreto es morir y dar la vida, “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”. Lucas 9:23
La gente puede ver que Dios es amor y que Jesús es Señor cuando vivimos en armonía con otros y de acuerdo con lo que Dios dice en su Palabra. Somos ciudadanos del Reino de Dios y miembros de su familia.

Rubén Pelegrina 
Efesios 2: 19-22 ¿Por qué no hay unidad en el pueblo de Dios?

19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, 
20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;
22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

Comentario:
Hace siete años mi familia emigró de Argentina a otro país y personalmente me sentí verdaderamente un extranjero y un extraño hasta que después de seis años me nacionalicé. Luego de eso ya no era un advenedizo pero mi sangre seguía reclamando su lugar de origen. Esta es una verdadera barrera que puede aislarnos si le damos un espacio en la mente.
Cuando Jesús muere en la cruz se da este fenómeno de sentimiento extranjero entre los gentiles (los no judíos). Los judíos estaban cerca de Dios porque tenían conocimiento previo acerca de El mediante las Sagradas Escrituras y lo adoraban en sus ceremonias religiosas, pero los gentiles estaban lejos ya que conocían poco o nada acerca de Dios entonces comenzaron a tener un sentimiento de forasteros religiosos. Pablo les escribe para quitar este pensamiento de exclusión de sus mentes.
En el edificio de Dios, que es lo que Él ha construido, no pueden haber ladrillos de diferentes medidas o faltantes. Un ladrillo debe tener un sentimiento de pertenencia y no de exclusión. Hay millones de cristianos que van a la iglesia todos los domingos y simplemente se sientan en una banca a escuchar el sermón y luego se retiran a la casa, pero jamás tienen un sentimiento de ocupar un lugar dentro del edificio. De esta manera los hombres colaboramos para que otros se burlen de Dios.
La gente puede ver que Dios es amor y que Jesús es Señor cuando vivimos en armonía con otros y de acuerdo con lo que Dios dice en su Palabra. Somos ciudadanos del Reino de Dios y miembros de su familia.
Muchas iglesias locales fracasan porque son orientadas por sus líderes bajo ideas e ideales humanos y muy personales. La Iglesia no es un edificio levantado sobre ideas modernas, sino sobre la herencia espiritual que se nos ha dado por los primeros apóstoles y profetas de la iglesia cristiana (v.20)
Si bien no somos extranjeros dentro del pueblo de Dios, debemos sentirnos como extranjeros en este mundo, peregrinos en un país que no es nuestro, viajando por este mundo como extranjeros, cuya ciudadanía y residencia última se halla en el cielo mismo. No confundamos las dos ideas, no somos extranjeros dentro de la iglesia, pero sí debemos sentirnos extranjeros en el mundo.
La unidad en la iglesia no depende de la organización, ni del ritual, ni del tipo de reuniones, porque unos son fervientes y otros no, sino de Cristo y donde está Cristo, allí está la Iglesia. La Iglesia solo presentará su unidad cuando ella o sus líderes se den cuenta de que no existe para propagar las ideas de un grupo de personas, sino para ofrecer un hogar en el que pueda morar el Espíritu de Cristo y en el que todas las personas que aman a Cristo puedan sentirse bien y reunirse en ese Espíritu.

Rubén Pelegrina

viernes, 25 de enero de 2013


Efesios 2: 14-16 El centro de la unidad

14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,
16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.

Comentario:
El tema que Pablo usa para identificar lo que Cristo hizo en la cruz es un ejemplo de albañilería. Derribar una pared intermedia para construir un espacio amplio sin división.
Los judíos despreciaban y odiaban a los gentiles y Pablo usa esta ilustración de la construcción que sería clara para los judíos, para mostrar cómo surge un nuevo bloque sin división. También Pablo puede tener en mente el ejemplo del Templo en Jerusalén con distintos recintos: el Atrio de los Gentiles; el Atrio de las Mujeres; el Atrio de los Israelitas; el Atrio de los Sacerdotes, y finalmente el Lugar Santo propiamente dicho. Todo esto quedó disuelto cuando Jesús quitó la pared intermedia que los dividía.
Pablo conocía muy bien esa barrera porque había sido parte de una acusación injusta. Cuando le arrestaron en Jerusalén se debió al hecho de que le acusaran falsamente de introducir a Trófimo, un gentil efesio, más allá de esa barrera del templo (Hechos21:28 “dando voces: ¡Varones israelitas, ayudad! Este es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, la ley y este lugar; y además de esto, ha metido a griegos en el templo, y ha profanado este santo lugar”).
¿Quién no ha sufrido alguna vez en la vida la discriminación, la exclusión o la separación de gente amada, familia o amigos? Todos hemos sido víctimas del menosprecio y para eso vino Jesús a la tierra, a derribar todo tipo de separación o exclusión. Esa es la paz a la que nos llama Dios. Paz significa «estar unidos con», y también «poner fin a la hostilidad». A paz nos llamó Dios (1° Cor. 7: 15)
Solo Cristo derriba las paredes de los prejuicios, reconcilia a todos los creyentes con Dios y nos unifica en un cuerpo.
Es muy interesante el v. 15 de la Biblia del Oso, nos dice: “deshaciendo en su carne las enemistades, que eran la ley de los mandamientos en orden a ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz”.
Hoy tenemos muchas barreras que pueden separarnos de otros cristianos: edad, apariencia, inteligencia, inclinación política, nivel económico, raza, perspectivas teológicas. Una de las mejores maneras de apagar el amor de Cristo es interesarnos solo por aquellos con los que tenemos afinidad natural. Por suerte, Cristo ha derribado las barreras y unificado a todos los creyentes en una sola familia. Su cruz debiera ser el centro de nuestra unidad.

Rubén Pelegrina