Efesios 3:1-2 Cuando Dios tiene el control
v.1 Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles;
v. 2 si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros;
Comentario:
Lo que Pablo quiere decir en este párrafo un poco difícil de entender, es que él, un judío, es ahora un prisionero de Jesucristo, porque así se siente él, para bien de todos los efesios que no eran judíos. Argumentando que ya con seguridad ellos habrían oído del trabajo que Dios le había entregado para ayudarles a ellos.
Me tocó vivir en el extranjero siete años y hay veces que uno prefiere si se trata de ayudar, hacerlo con los coterráneos más que con los de otro país. Pablo estaba preso por ayudar a los extranjeros.
Es aleccionador para nosotros cuando alguien se interpone en nuestro camino para ayudarnos y más si es un extranjero, parece algo insólito y esa es la tarea a la cual Dios nos ha llamado.
No hace mucho tiempo mi vida estaba sumida en una descompensación emocional a causa de problemas familiares y se presentó un hermano en Cristo que me motivó a mirar adelante e hizo un trabajo en mí, que yo solo no hubiera podido realizar. Él es un ex militar retirado y trabaja al servicio de Dios de tiempo completo. Con ese ímpetu que tiene un militar, me animó a no retroceder y me animó diciendo que si yo tuviera que salir del país donde me encontraba con una simple maleta, lo hiciera.
Vivimos a veces circunstancias que nos permiten creer o pensar que Dios ha perdido el control sobre nuestra vida y no es así, Dios puede usar cuervos, personas de otro sexo o nacionalidad y ayudarnos cuando a nosotros nos parece todo perdido.
Pablo se hallaba bajo arresto domiciliario en Roma, otro lugar que no era el suyo, por haber predicado acerca de Cristo. Los líderes religiosos de Jerusalén presionaban a los romanos para que arrestaran a Pablo y lo enjuiciaran por traición y por originar una rebelión entre los judíos, cosa que era mentira. Pablo pidió para que su caso lo considerara el Emperador y ahora estaba en espera del juicio (Hechos 28: 16-31). A pesar de que se hallaba bajo arresto, Pablo se conservaba firme creyendo que Dios tenía el control de todo lo que le sucediera. ¿Permites tú que las circunstancias te convenzan de que Dios ha perdido el control de este mundo o de tu vida? Como Pablo, recuerda que no importa lo que suceda, Dios tiene el control de todos los acontecimientos en el mundo, y aunque nos hallemos en las más difíciles circunstancias, Dios tiene el control y al mundo en sus manos. Nada debe desanimar a un hijo de Dios y aunque vengan mil en nuestra contra, Dios sigue teniendo el control. Aunque estemos bajo arresto o nos sintamos prisioneros de circunstancias difíciles, Dios sigue teniendo el control.
Rubén Pelegrina
No hay comentarios:
Publicar un comentario