Efesios
3: 10-12 Testificando a los ángeles
10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea
ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en
los lugares celestiales,
11 conforme al propósito eterno que hizo en
Cristo Jesús nuestro Señor,
12 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza
por medio de la fe en él
Comentario:
No sé
si te habrás detenido a pensar que la iglesia (Universal) de Cristo, de la cual
yo formo parte, está en el mundo para que todas las autoridades y poderes en
los cielos conozcan la sabiduría de Dios en todas sus formas. Para esto fue constituida,
no sólo para ser receptora del evangelio y todos sus beneficios, sino para ser
transmisora de los mismos. Cuando caminamos estamos transmitiendo el mensaje,
cuando hablamos, cuando oramos, cuando testificamos, cuando nos congregamos lo estamos
haciendo. Lo secreto de cada persona se hace público a los principados y
potestades de los cielos. Este hecho nos da suficiente razón de pensar en cómo
estamos viviendo y además en la distinción de la iglesia en el mundo espiritual,
y por supuesto con Cristo como cabeza, en el presente y hasta que él venga.
Para
los comienzos de la iglesia, éste era un acto aislado del conocimiento de
ellos, pero para nosotros hoy ese misterio ha desaparecido, aunque muchos viven
sin darse cuenta del tremendo testimonio que somos ante los ángeles que están
constantemente fijando su mirada en el comportamiento de la iglesia. Es increíble
pensar que ella pueda pasar desapercibida cuando se ciernen problemas internos,
discusiones y hasta peleas en su medio. Y esto es parte del plan eterno de Dios
que nos dejó para testimonio universal.
Esto
se debe entender muy bien, porque puede ser motivo de mala interpretación. El
testimonio se dirige a los distintos órdenes de ángeles buenos primeramente,
los cuales moran “en los lugares celestiales” más elevados, como se dice de Jesús
en 1°Timoteo 3:16 “E indiscutiblemente,
grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado
en el Espíritu, “visto de los ángeles”, predicado a los gentiles, creído en el
mundo, recibido arriba en gloria. Y en 1°Pedro 1:12 “A éstos se les reveló que no para sí mismos,
sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los
que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo;
cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles. En segundo lugar, la sabiduría
de Dios en la redención es notificada a los ángeles malos, quienes viven “en
los lugares celestiales” más bajos, por ejemplo, el aire.
El
papel céntrico y exclusivo entonces de la iglesia se descubre en esta
declaración a la cual debemos prestar mucha atención.
Rubén
Pelegrina
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